El 13 de agosto de 2025, la Plaza de España de Esparragosa de Lares fue testigo de un acto muy especial: la presentación oficial de www.CerroMasatrigo.com. Con la presencia del Alcalde Beni García, concejales, representantes de la sociedad civil y empresarial, así como numerosos vecinos y visitantes, dimos a conocer un proyecto nacido del cariño y el respeto hacia uno de los lugares más emblemáticos de nuestra tierra.
La presentación comenzó con las palabras del alcalde, quien destacó la importancia de poner en valor el Cerro Masatrigo y su entorno como motor de identidad y atractivo turístico. A continuación, tomó la palabra Antonio Miguel Ruiz Redondo, promotor de la iniciativa, para explicar brevemente su relación personal y el vínculo que le une a Esparragosa de Lares: "aunque nací en El Prat de Llobregat, mis raíces, mi familia y mi corazón siempre han estado aquí. Gracias a mis padres, Benito y Amalia, que nunca se olvidaron de sus orígenes, cada visita al pueblo fue fortaleciendo un amor profundo por esta tierra".
El proyecto tiene tres motivaciones claras:
- Crear un espacio digital para conocer la riqueza natural y cultural del Cerro Masatrigo y su entorno.
- Ofrecer a empresas locales la oportunidad de promocionarse gratuitamente en un directorio de turismo rural.
- Abrir un canal de participación para que cualquier persona pueda aportar fotografías, vídeos, artículos o información de interés.
Durante el acto también intervino Gabriel Calderón Altamirano, colaborador fundamental en el diseño de la web y promotor de una empresa de servicios de guía y acompañamiento especializado en birding y hides (OtisTea Photo Hides). Su apoyo constante y su entusiasmo han sido claves para materializar esta idea.
En la web se pueden encontrar secciones dedicadas al Cerro Masatrigo —con información sobre ubicación, geología, flora y fauna, historia y curiosidades—, rutas de senderismo, galerías de imágenes y vídeos, y una completa guía de turismo rural que abarca desde actividades y gastronomía hasta alojamiento y servicios. Además, cuenta con un espacio para medios, artículos y un blog abierto a colaboraciones.
No faltó un recordatorio sobre la importancia de conservar este espacio natural, especialmente tras el incendio que afectó a más del 40% del cerro a principios de julio. A pesar de ello, la naturaleza ya está dando muestras de regeneración, un signo de esperanza y resiliencia que debemos proteger.
El acto concluyó con el agradecimiento a todos los colaboradores, al Excmo. Ayuntamiento de Esparragosa de Lares, y al público presente, invitando a todos a visitar la web, participar y difundir el proyecto.
Porque el Cerro Masatrigo es mucho más que un lugar: es símbolo, es historia, es vida.
Si alguna vez has subido al Cerro Masatrigo, esa montaña cónica que emerge de las aguas del embalse de La Serena, ahora tienes una nueva razón para visitarlo. Resulta que en su cima se esconde un punto de geocaching, una especie de búsqueda del tesoro moderna que recompensa a los visitantes más curiosos y atentos.
Esta iniciativa, que ha cobrado popularidad en las redes sociales del enclave, ha sido impulsada por Antonio Miguel Ruiz, gestor de la web del CerroMasatrigo.com. Ruiz, que se confiesa un entusiasta del geocaching, explica que es "una idea fantástica" que promueve la exploración y el respeto por la naturaleza. El geocaché del Cerro Masatrigo, un pequeño contenedor oculto, existe desde 2015, aunque muchos aún no lo conocen.
El geocaching es una actividad al aire libre donde los participantes utilizan coordenadas GPS para encontrar pequeños "tesoros" o cachés. No se necesita equipo especial, solo curiosidad y ganas de jugar. Para participar, basta con registrarse en una plataforma como geocaching.com o usar aplicaciones móviles gratuitas. En el Cerro Masatrigo y en la cercana Fortaleza de Lares ya hay cachés para quienes se atrevan a buscarlos.
El Cerro Masatrigo, declarado Monumento Natural de Extremadura en 2023, es uno de los paisajes más espectaculares de la región, conocido por su forma de cono volcánico y por ser la "rotonda más grande de Europa". Este nuevo atractivo del geocaching se suma a su indudable belleza natural, ofreciendo una excusa perfecta para redescubrir este mágico rincón de la Siberia extremeña.
Autora: Judit Molina
Para leer el artículo completo, puedes acceder a él a través de este enlace: https://www.hoy.es/extremadura/cerro-masatrigo-esconde-tesoro-cima-recompensa-20250804103313-nt.html
Por Antonio Miguel Ruiz Redondo
No sé si fue la primera vez que subí al Cerro Masatrigo con mi familia o la última que lo miré desde la orilla al atardecer, pero en algún momento entendí que hay paisajes que no se miran, se sienten. Que hay lugares que no solo nos rodean, sino que nos definen. Y en Esparragosa de Lares tenemos uno de esos. No exagero si digo que el Cerro Masatrigo es uno de los enclaves más singulares que he visto jamás. Hace ya algunos años fue reconocido como una de las maravillas naturales de Extremadura. A muchos nos pareció una obviedad. Pero sigue siendo un orgullo.
Aquel reconocimiento no fue un simple galardón turístico. Fue, y sigue siendo, una llamada a la responsabilidad. Porque una maravilla natural no se conserva sola. Se defiende con gestos pequeños, con decisiones conscientes, con amor por lo nuestro.
Lo cierto es que vivimos en un entorno privilegiado. La Siberia Extremeña, a la que orgullosamente pertenecemos, fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Y ahora se estudia ampliar esa declaración a nuevas zonas. No se trata de etiquetas. Se trata de proteger un modo de vida, un paisaje, una forma de entender el mundo. Y ese mundo, aunque a veces no lo valoremos lo suficiente, empieza aquí mismo, en nuestras dehesas, en nuestras aguas tranquilas, en nuestras aves que vuelan sin saber de fronteras.
Porque no hay que olvidar que todo este entorno forma parte también de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Eso quiere decir que compartimos territorio con especies valiosas y a veces vulnerables. Y que tenemos el deber —sí, el deber— de garantizar que sigan teniendo su hogar aquí. No somos sus dueños. Somos sus vecinos.
Lo pienso muchas veces cuando paseo por los caminos del embalse o cuando veo subir a alguien por la ladera del Masatrigo. Qué suerte tenemos. Pero también, cuánta responsabilidad. Basta con una bolsa de plástico al viento, una colilla donde no toca, una moto cruzando una zona sensible… para que lo que la naturaleza tardó siglos en regalarnos, lo echemos a perder en un instante.
A veces creemos que conservar significa renunciar. Pero en realidad, conservar es apostar por el futuro. Por un turismo sostenible, por una economía local que respete el entorno, por un disfrute que no deje huella. Y eso es perfectamente posible si lo hacemos bien, si lo hacemos juntos.
Así que no, no se trata solo del Masatrigo ni de un reconocimiento que ya forma parte de la historia. Se trata de mirar alrededor y darnos cuenta de lo que tenemos. Porque cuando uno ama de verdad su tierra, no espera a que venga nadie a ponerle medallas. Se arremanga y la cuida cada día, en silencio.
El pasado mes de julio, un incendio forestal calcinó cerca del 40% de la vegetación del Cerro Masatrigo, uno de los enclaves más emblemáticos de la Siberia extremeña. Esta secuencia de vídeo, grabada con dron, muestra el estado actual del entorno, donde la naturaleza empieza poco a poco a regenerarse tras el impacto del fuego.
A través de estas imágenes y de una narración reflexiva, queremos recordar la importancia de proteger lo que es de todos. Porque el paisaje no solo se contempla: se cuida, se respeta y se defiende. Que el Masatrigo vuelva a florecer depende también de nosotros.
Emblema de la comarca de La Siberia, ardió parcialmente. Aunque los daños no fueron totales, el impacto ecológico y emocional ha sido profundo. Este suceso, lamentablemente evitable, nos obliga a reflexionar seriamente sobre el papel de cada uno en la protección de nuestros espacios naturales.
El fuego, en la naturaleza, no es siempre un enemigo, pero cuando es provocado o mal gestionado por el ser humano, se convierte en una tragedia. A veces por negligencia, a veces por imprudencia, basta una colilla, una fogata mal apagada o una barbacoa fuera de lugar para desatar un desastre. El Cerro Masatrigo no ha sido una excepción.
Más allá de la pérdida de vegetación, el fuego afecta a la fauna, a los suelos, al aire… y a nuestra identidad como comunidad. Este cerro no solo es una montaña: es símbolo, es paisaje, es historia, es hogar de muchas especies y orgullo de un pueblo. Lo que se quema no se recupera fácilmente.
Por eso, más que nunca, necesitamos compromiso. Cuidar la naturaleza no es un gesto aislado, es una actitud diaria.
- No encender fuego bajo ninguna circunstancia.
- No dejar basura ni restos de comida.
- No salirse de los senderos marcados.
- No perturbar a la fauna ni arrancar flora.
- Y, sobre todo, no mirar hacia otro lado.
El respeto por el entorno empieza por la educación ambiental y se transmite con el ejemplo. Queremos que el Cerro Masatrigo siga siendo ese lugar mágico donde caminar, contemplar las estrellas o simplemente respirar aire puro. Pero para que eso sea posible, necesita protección activa, vigilancia ciudadana y concienciación colectiva.
Invitamos a todos los que aman este rincón único de la península a compartir esta reflexión, a implicarse y a recordar que, en cada gesto, podemos ser parte de la solución… o parte del problema.
Autor: Antonio Miguel Ruiz Redondo